Trastorno Bipolar, ¿qué es? ¿Qué no es? Sus síntomas, sus causas y otros aspectos de la enfermedad.
El Trastorno Bipolar es una enfermedad muy frecuente, más de lo que las personas piensan, aproximadamente 5% de la población tiene trastorno bipolar. A pesar de ser una enfermedad que sin tratamiento afecta todas las áreas de la vida de una persona, su entorno, su familia, es una enfermedad tratable, pero tristemente, la mayoría de personas no busca ayuda o a veces tarda varios años en ser diagnosticada y tratada correctamente.
-Karol, ¿podrías contarnos qué es el trastorno bipolar?
-Bueno, el trastorno bipolar es una enfermedad, como dices, es muy prevalente. Lo que vemos es que cuando las personas encuentran un adecuado diagnóstico, el 80% de las personas que se adhieren a un buen tratamiento tienen vidas completamente normales.
Es una enfermedad neurológica, de unas causas biológicas, de un disfuncionamiento a nivel neurológico. Así que las personas puedan presentar dos tipos de crisis o varios tipos de crisis y muchas veces el problema, de la enfermedad bipolar, es que las personas en medio de sus crisis no son conscientes de su enfermedad.
Porque como la misma patología lo dice, hay dos polos, entonces hay un polo depresivo, que muchas veces las personas en esta crisis es que pueden consultar; y el otro polo diferente que es el polo de la manía o hipomanía, donde las personas pueden presentar episodios donde están eufóricos con una sensación de bienestar muy intensa, se sienten acelerados, hablan muy rápido, piensan de manera muy acelerada, sienten una energía fuera de lo normal donde se involucran actividades de manera como muy fuertemente, sin llegar a terminarlas.
Y, pueden llegar a tener conductas de riesgo porque no miden que estas pueden ser conductas de riesgo, como de pronto manejar de manera temeraria, tener relaciones sexuales con varias personas, hay aumento de la libido.
Y, si la crisis es tan fuerte y la persona llega a acelerarse tanto, se puede salir de la realidad y tener ideación delirante de tipo megalomanía, o sea, congruente con su estado de ánimo.
Eso es como el polo bipolar, y es difícil que las personas en medio de esta crisis, de manía, consulten por sí mismas porque realmente el estado de euforia y bienestar no los hace pensar que están enfermos.
Entonces, aquí muchas veces nos consultan, son los familiares porque ven que tienen gastos de medios de dineros, se involucran en negocios donde gastan o comprometen el patrimonio familiar. Entonces, las personas realmente tienen poca conciencia de que tienen ese tipo de patología.
-Pues aquí quisiera resaltar, bueno, uno, estos son temas muy biológicos y muy neurológicos. O sea, no es un tema psicológico de que, «yo soy manipulador, que no sé manejar mi vida, que me falta fe», no.
Es un tema biológico neurológico. Hay circuitos cerebrales que son los que normalmente regulan el estado de ánimo, que no funciona bien y su causa principal es muy genética. Al igual que todas las enfermedades, por supuesto que mis hábitos, mi estilo de vida, factores ambientales puede contribuir a mejorar o empeorar, pero su causa es hereditaria o genética.
Es un trastorno del estado de ánimo y del temperamento, que puede producir episodios:
Entonces, la gente precisamente piensa, que trastorno bipolar es el que ha tenido manía, y es que son los más raros, solo 1% de la población tiene trastorno bipolar tipo 1, y 5% tiene trastorno bipolar tipo 2 o no especificado. Es decir, es más frecuente el trastorno bipolar que no hace episodios de manía y eso lo que hace es que sean personas que duren tantos años sin ser diagnosticadas y, sobre todo, recibiendo diagnósticos previos de depresión, lo cual puede ser un error grave porque están expuestos a que les formulen antidepresivos. Y, es muy frecuente que los antidepresivos en monoterapia puedan empeorar esta enfermedad.
-No sé, Karol ¿tú, en tu experiencia que ves?
-Lo que vemos es que los pacientes cuando nos llegan a consulta y han recibido tratamiento con antidepresivos los cuales empeoran las crisis o responden muy mal al antidepresivo. Dicen, «eso no me funcionó. Me puso peor, me puso más irritable».
Pueden desencadenar crisis de hipomanía o de manía franca con el antidepresivo, y son personas que se sienten diferentes, que saben que tienen algo, pero no saben realmente qué es, porque son realmente irritables, disfuncional en sus relaciones, en la parte profesional y que ya al encontrar un diagnóstico, primero, darle un nombre a esto que tienen; que no es que ellos sean malos, que sean manipuladores, sino que definitivamente tienen es un trastorno neurológico que hace que se comporten de esta manera y empezar un adecuado manejo, con un medicamento, que sea modulador de estos episodios y hace que sean mucho más funcionales y la persona empieza a poderse adaptar y tener una vida completamente normal, para poder tener relaciones interpersonales, poder tener una relación de madre e hijo, tener una relación de pareja, puede tener una relación con sus jefes. Y, que vemos que realmente mejoran rápidamente.
Tenemos que quitar mucho el preconcepto de que la persona bipolar es esa persona loca o esa persona que cambia de un estado de ánimo al otro, porque eso no es popularidad.
Bipolaridad no es que me dicen una cosa un día y al otro día estoy de otra manera, no. El trastorno bipolar es una enfermedad neurológica, que tiene unos estados y que tiene un manejo. Pero, lo que dice Jorge, «las personas bipolares no son personas que deliren, alucinen, no todas, solamente un porcentaje muy pequeño de las personas bipolares tienen ese tipo de comportamiento.
La patología bipolar está muy asociada al consumo o abuso de psicoactivos y de alcohol, entonces, muchas veces las personas camuflan sus crisis con que «es que se puso a tomar, se puso a consumir». Pero, lo que vemos es que están en una crisis y empieza el abuso de sustancias y eso empeora la crisis, especialmente de marihuana, de cocaína y se acelera o empeora muchísimo más la progresión de la crisis.
Entonces, están muy ligados y están muy comórbidos. Entonces, también hay que ir como diagnosticando finamente, que no es solamente que la persona tenga una adicción, sino que posiblemente también tiene una patología psiquiátrica de base.
-Y, ahí hay que aclarar. No es que las sustancias psicoactivas, que su consumo puedan producir trastorno bipolar, no. O sea, es una enfermedad genética, pero tener trastorno bipolar si aumenta el riesgo de que una persona tenga abuso, dependencia de alcohol y sustancias, y si una persona con trastorno bipolar abusa de alcohol y sustancias, pues su enfermedad va a ser peor.
La falta de información, el estigma, el exceso de creencias erróneas y la cantidad de síntomas físicos que producen los trastornos mentales, contribuyen a que las personas busquen ayuda en otros profesionales y nunca logren ser diagnosticadas y tratadas.
Tenga en cuenta que la mayoría de los trastornos mentales no están relacionados con lo que la gente conoce comúnmente como locura es decir no producen síntomas psicóticos (alucinaciones, delirios, comportamientos extraños), por esta razón ante la duda es mejor buscar ayuda de un profesional de salud mental.
Hay algunos criterios que, como ya vamos viendo, lo primero es el inicio muy temprano; estos pacientes normalmente debutan en la adolescencia con episodios depresivos muy graves, y hay algunos síntomas de la depresión que nos hacen sospechar que la persona es más del espectro bipolar.
Entonces, la hipersomnia (dormir mucho), que las personas en vez de tener problemas de que no duermen por la depresión viven con mucho cansancio.
Y, hay un tipo de síntoma de la depresión, cuando pensamos que es más como del espectro bipolar, y es que la depresión bipolar tiene un componente motor muy fuerte, los pacientes se sienten muy cansados, pero en exceso, más que deprimidos, más que tristes.
Entonces, uno ya empieza a pensar que la cosa va más por el lado de es algo bipolar, además, muy importante siempre son los antecedentes familiares.
Como tú lo mencionabas al principio, en la enfermedad bipolar siempre hay un antecedente familiar; una tía, la mamá, el primo con episodios sugestivos de la enfermad, porque muchas veces no se han diagnosticado previamente.
Es importante en la valoración tener en cuenta todo esto, para ir hilando como más para el lado, de que este paciente posiblemente va a desarrollar una enfermedad bipolar y tratarlo desde un inicio con medicamentos que sean más aceptados para un trastorno bipolar con antidepresivos que se puedan usar en la enfermedad bipolar o moduladores para que la persona pueda mejorar.
Como a manera de resumen, las dos enfermedades se parecen mucho, entonces ¿cuáles serían las características que lo hacen a uno sospechar trastorno bipolar?
Todo eso es típico del trastorno bipolar o tomando antidepresivos que me vuelva más irritable, más impulsivo e inestable, es más frecuente en el trastorno bipolar.
Aquí, resaltar que estos son enfermedades, pues como Karol lo decía, son enfermedades que responden al tratamiento. 80% de las personas, mínimo con trastorno bipolar con un tratamiento, pueden llevar una vida completamente normal.
Lo triste de estas enfermedades es el no diagnóstico, el no tratamiento, el estigma, la desinformación, y si son enfermedades que le arruinan completamente la vida tanto a la persona como a la gente alrededor sin tratamiento.
-Entonces, es importante, porque lo que tú nos mencionas, las personas se demoran mucho en consultar o en encontrar un profesional que lo diagnostique, entonces, llevan ya fracasos personales, fracasos en trabajo, fracasos a nivel de pareja.
-Los matrimonios.
-Sí, varias separaciones, el cambio de trabajo que «no, no me adapto».
Entonces, ya cuando empiezan el tratamiento de manera estable, una ve cómo realmente esas personas logran tener una calidad de vida buena. Y, es muy importante que el tratamiento, más que medicamento es para toda la vida.
Es un seguimiento, es tener estilos de vida saludable, entender que hay que dejar muchas cosas que puede generar crisis y entender que esto es una enfermedad que los va a acompañar toda la vida.
O sea, no es como me diagnosticaron bipolaridad, pero ya me curé, no. Posiblemente tú te estabilizas, pero no te curas; hay que seguir de la mano de sus profesionales de salud para el resto de la vida.
Y, sí, es una enfermedad que requiere mucho conocimiento por parte del paciente y de la familia, o sea, eso se llama psicoeducación.
Más que entender la enfermedad es que mi médico me ayude a entrenarme en conocer y entender muy bien la enfermedad, aprender a diferenciar los cambios normales del estado de ánimo, de los síntomas de la enfermedad, aprender a ser consciente cuando estoy entrando en crisis, porque la mayoría de las crisis, cuando se intervienen oportunamente, se pueden prevenir.
La psicoeducación, el conocimiento es la base del tratamiento y lo que dice Karol, tener buenos hábitos y buen estilo de vida, también mejora mucho el pronóstico de esta enfermedad y quiero resaltar, pues, tú dices, «no tiene cura, pero eso no es una mala noticia. Es que tiene tratamiento que es lo importante y se puede llevar una vida completamente normal».
-Yo te soy sincera, yo tengo pacientes que tienen bipolaridad, que después de un tiempo con una buena estabilización, con un buen conocimiento de sí mismos, intentamos hacer períodos de la vida sin medicación y les va bien. Lo que te digo, es que el tratamiento va mucho más allá de tomar o no tomar un medicamento. Sí, posiblemente por un período sí tienen que tomar medicamento, pero llegando al punto donde tú tienes ese conocimiento, un estilo de vida saludable, una familia, una red que te apoya, que te acoge, puedes llegar a tener períodos sin tomar medicamento, no para siempre.
Pero sí, intentar de pronto que, por un embarazo, por un periodo que tú quieras estar sin medicación. Sí, pero es una enfermedad permanente, sí. Es una enfermedad crónica que se puede tratar, que se puede llevar vidas completamente normales, sí.
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