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¿Las adicciones son enfermedades?

¿Las adicciones se consideran enfermedades?

Las adicciones han sido un tema ampliamente debatido en la medicina, la psicología y la sociedad en general. La pregunta de si las adicciones deben considerarse enfermedades o no, ha generado tanto consenso como controversia. Para responder a esta pregunta, es importante analizar las características fundamentales de las adicciones, los enfoques médicos y científicos, y los diversos puntos de vista que existen al respecto.

La definición de adicción

La adicción, o dependencia, se refiere a un patrón de comportamiento que involucra el uso compulsivo de sustancias o la participación en actividades que proporcionan una gratificación inmediata, a pesar de las consecuencias negativas. Las personas con adicciones suelen experimentar una necesidad incontrolable de consumir la sustancia o realizar la actividad en cuestión. Este comportamiento puede incluir el abuso de drogas, alcohol, el juego patológico, las conductas sexuales compulsivas, entre otros. El impacto en la vida del individuo puede ser devastador, afectando su salud, relaciones interpersonales y desempeño en la vida diaria.

Cuando se instaura una adicción a una sustancia o droga, es habitual que la persona presente algunas de las siguientes características:

1.  Reconoce que consume una cantidad más elevada de la que pretende o durante períodos más largos de los que quisiera.

2.  Dedica una parte importante de su tiempo a actividades relacionadas con obtener la sustancia, el consumo de la misma o la recuperación de los efectos de esta.

3.  Prioriza el consumo por encima de las actividades sociales, laborales o de ocio.

4.  Tiene cada vez mayores dificultades para cumplir con sus diferentes responsabilidades.

5.  Tiene un deseo persistente o realiza esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de la sustancia.

6.  Experimenta deseos intensos o urgencia para consumir (craving)

7.  Sigue consumiendo la sustancia a pesar de tener problemas sociales o interpersonales causados o agravados por el consumo.

8.  Consume en situaciones en las que es físicamente peligroso.

9.  Continua con el consumo a pesar de ser consciente de tener un problema físico y psicológico relacionado con la sustancia.

La adicción como enfermedad: Enfoque médico y científico

Desde el punto de vista médico y científico, la mayoría de los expertos en salud consideran que las adicciones son enfermedades. La principal razón para esta postura es la evidencia de que las adicciones alteran el cerebro de manera profunda, afectando áreas cruciales para la toma de decisiones, el autocontrol y el procesamiento de recompensas.

El Modelo Médico de la Adicción argumenta que las adicciones son enfermedades crónicas del cerebro, debido a los cambios neuroquímicos y estructurales que provocan. Por ejemplo, sustancias como la cocaína, la heroína o el alcohol alteran el sistema de dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa. Con el tiempo, el cerebro se adapta a estos cambios, lo que hace que la persona necesite consumir la sustancia de manera continua para sentir los mismos efectos, creando una dependencia física.

La investigación en neurociencia ha demostrado que las personas con adicciones tienen un funcionamiento cerebral diferente al de aquellas que no las padecen. Estas alteraciones pueden hacer que la persona sea más vulnerable a los impulsos compulsivos, aún cuando la sustancia esté causando daños severos. Los estudios de imágenes cerebrales, como las resonancias magnéticas funcionales, han mostrado que los cerebros de las personas con adicciones presentan una actividad diferente en las áreas responsables del control de los impulsos y la toma de decisiones.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una adicción es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales. Es una enfermedad progresiva y fatal, caracterizada por episodios continuos de descontrol, distorsiones del pensamiento y negación ante la enfermedad.

La adicción como patrón de comportamiento aprendido.

A pesar del respaldo que el modelo médico de la adicción ha recibido, existen enfoques alternativos que cuestionan la idea de que la adicción debe ser considerada exclusivamente como una enfermedad. Un argumento clave de quienes se oponen a esta visión es que la adicción, aunque involucra un componente físico y neurológico, también es un fenómeno profundamente influenciado por factores psicológicos, sociales y conductuales.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos, las personas empiezan a consumir drogas por una serie de razones, que incluyen aliviar el estrés o malestar, sentirse bien por la sensación de placer, para mejorar el desempeño o pensamiento o por curiosidad y presión de pares.

Sin embargo, quienes defienden el modelo de la adicción como enfermedad argumentan que, aunque la persona pueda haber tomado la primera decisión de consumir una sustancia, una vez que se establece la dependencia, los mecanismos cerebrales y psicológicos hacen que el individuo pierda el control de su comportamiento.

Por todo esto, la Sociedad Española de Patología Dual, la Fundación Patología Dual, la WADD ( World Association on Dual Dissorders) y la Sección de Patología Dual de la Asociación Mundial de Psiquiatría (WPA) aclaran que por un lado las adicciones constituyen, según las actuales clasificaciones internacionales de la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psiquiatría (CIE y DSM)  un trastorno mental, como otros, y no un problema de voluntad, fallo del “carácter” o vicio de aquellos que lo sufren. Además que la comunidad científica ha identificado las evidencias que apoyan su reconocimiento como un trastorno de clara base cerebral, al igual que otras enfermedades mentales, y ha dado lugar al llamado “modelo de la adicción como enfermedad del cerebro”. 

Lo anterior a su vez está sustentado en que sólo el 10% de las personas en contacto con sustancias o situaciones con propiedades adictivas, sufrirán una adicción. Ese porcentaje de población expuesta a sustancias o situaciones adictivas, desarrollarán este problema de salud mental llamado Trastorno por Consumo de Sustancias y/o Adicción. Estas personas presentan una susceptibilidad y vulnerabilidad que viene producida por factores individuales, genéticos, psicopatológicos y medioambientales.

La respuesta

Con todo lo descrito, la adicción es considerada una enfermedad, específicamente una enfermedad crónica y compleja del cerebro. A pesar de que a menudo se asocia con comportamientos compulsivos, el origen de la adicción tiene componentes biológicos, psicológicos y sociales.

Desde una perspectiva médica, la adicción afecta el sistema de recompensas del cerebro, particularmente áreas involucradas en la motivación, el placer y la toma de decisiones. Las sustancias o comportamientos adictivos alteran el equilibrio neuroquímico, lo que lleva a la necesidad constante de buscar esa recompensa, incluso a costa de la salud, las relaciones personales y la estabilidad.

La American Medical Association (AMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocen la adicción como una enfermedad, y este reconocimiento implica que debe ser tratada de manera médica y profesional, como cualquier otra enfermedad crónica. Esto permite a las personas que padecen adicción acceder a un tratamiento adecuado y a un mayor apoyo en su proceso de recuperación.

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