¿Qué es una emergencia emocional y por qué nos desestabiliza tanto?
Una emergencia emocional es un estado de intenso desequilibrio psicológico que puede aparecer tras pérdidas, rupturas, ataques de ansiedad, cambios bruscos o situaciones que superan los recursos internos que tenemos en ese momento. Como explica el psiquiatra Dr. Garrido-Landívar, “cuando alguien pierde el equilibrio emocional y ese desajuste se hace persistente, decimos que estamos en emergencia emocional”.
En estos episodios es común sentir miedo, desesperanza, angustia, pensamientos acelerados e incluso síntomas físicos, como:
palpitaciones
taquicardia
sensación de ahogo
insomnio
confusión mental
Cuando el cuerpo entra en modo “alarma”, la mente pierde claridad y cuesta pensar con calma. La buena noticia: existen estrategias efectivas para sostenernos en medio de la crisis.
Estrategias basadas en evidencia para afrontar una emergencia emocional
1. Respiración consciente y relajación corporal
Las técnicas de respiración lenta y la relajación muscular progresiva ayudan a desactivar el sistema de estrés.
La OMS señala que aprender habilidades de relajación puede reducir síntomas de ansiedad (OMS, 2020).
Estrategia práctica: inhalar por 4 segundos, sostener 2 y exhalar por 4, repitiendo durante 3–5 minutos.
2. Mantener hábitos de autocuidado
Dormir bien, moverse y alimentarse conscientemente fortalece la estabilidad emocional. Estudios muestran que incluso 30 minutos diarios de caminata pueden mejorar el estado de ánimo (Harvard Health, 2021).
Evitar alcohol y sustancias también disminuye reacciones emocionales intensas.
3. Mindfulness y atención plena
Practicar mindfulness ayuda a volver al presente y reduce la reactividad emocional. La OMS recomienda su uso regular para manejar el estrés y la ansiedad.
Ejemplo sencillo: sentarse en silencio, observar la respiración y permitir que los pensamientos vayan y vengan sin engancharse.
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4. Buscar apoyo y hablar con alguien
Las redes de apoyo son un factor protector comprobado. Estudios longitudinales indican que quienes tienen conexión social viven más, son más felices y se recuperan mejor del estrés (Harvard Adult Development Study).
Hablar alivia, organiza la mente e impide que la crisis se viva en soledad.
5. Dividir el problema en partes pequeñas
Cuando todo abruma, la clave es ir paso a paso. En lugar de pensar “no podré con esto”, identificar una sola acción inmediata devuelve sensación de control.
6. Expresión emocional a través de actividades creativas
Escribir, dibujar, escuchar música o practicar gratitud mejora el procesamiento emocional. Estudios muestran que la escritura expresiva y la gratitud producen cambios positivos en el cerebro (Greater Good Science Center, 2018).
7. Pedir ayuda profesional
Si el malestar persiste o es muy intenso, la psicoterapia es la herramienta más efectiva, según la OMS y la APA. Un profesional puede ayudarte a desarrollar estrategias de afrontamiento adaptativas y a regular el mundo interno con acompañamiento seguro.
Conclusión: no tienes que atravesar la tormenta en soledad
Una emergencia emocional puede sentirse como un colapso interno, pero existen recursos, herramientas y acompañamiento para atravesarla. Respirar lento, pedir apoyo, cuidar el cuerpo, practicar mindfulness y buscar ayuda profesional son pasos concretos que reducen el malestar y fortalecen la resiliencia.
Si estás pasando por un momento así, recuerda: no es debilidad pedir ayuda, es valentía.
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